Romanos 8:31-34 
Entonces, 
¿qué diremos a esto? 
Si Dios está por nosotros, 
¿quién estará contra nosotros?
El que no eximió ni a su propio Hijo, 
sino que lo 
entregó por todos nosotros, 
¿cómo no nos concederá también 
con El todas 
las cosas?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? 
Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condena? 
Cristo Jesús es el que 
murió, 
sí, más aún, el que resucitó, 
el que además 
está a la diestra de 
Dios, 
el que también intercede por nosotros.

No hay comentarios:
Publicar un comentario